El fuerte impulso de la producción inmobiliaria entre mediados de los 90 hasta el año 2007 y su
posterior abrupta crisis, ya abundantemente descritos, no pueden sin embargo llegar a entenderse sin
tener en cuenta y analizar la existencia de unos procesos territoriales y sociodemográficos subyacentes
sobre los que se fundamentaría la espiral constructora. Este artículo tiene como objeto analizar la
relación entre movilidad residencial y creación de nueva vivienda en áreas metropolitanas, partiendo de
la hipótesis de que es aquélla el principal factor que impulsa la construcción en estos ámbitos. Para ello
se ha realizado un análisis de la relación estadística entre la producción inmobiliaria y los flujos de
movilidad residencial a nivel municipal en las áreas metropolitanas de Madrid y Sevilla. Los resultados
muestran un escenario en el que cada municipio ha pujado por captar los flujos de movilidad residencial,
con el consecuente sobredimensionamiento del parque residencial de estos espacios urbanos.