La secuencia sedimentaria reciente del casco histórico de la ciudad de Sevilla arroja un registro arqueológico que, alcanzando profundidades superiores a los 10 m en determinados sectores, puede retrotraerse hasta los momentos protohistóricos. Sin embargo, no es éste precisamente el caso de una serie sedimentaria homogénea, antes al contrario, el subsuelo de la ciudad antigua ofrece una altísima variedad de facies con bruscas transiciones vistas tanto en la vertical como lateralmente